En las visitas guiadas de Cervantalia nos caracterizamos por ofrecer un producto de calidad. No pretendemos mostrar simplemente los edificios que embellecen nuestras calles sino que nos gusta contar las historias, leyendas y curiosidades que guarda Alcalá. Por ello vamos a inaugurar la sección de noticias, en la que os mantendremos informados de las novedades que vayamos a ofrecerles, con una de las tradiciones más arraigadas en nuestra ciudad: la leyenda de la aparición de la Patrona de Alcalá: la Virgen del Val.
Son dos las versiones, recogidas por historiadores de antaño, que nos relatan como fue la milagrosa aparición de Nuestra Señora del Val.
La más extendida es la que recoge Portilla. Cuenta la leyenda que un labrador complutense se encontraba arando sus tierras el la ribera del río, justo enfrente de la antigua fortaleza musulmana de la ciudad, conocida como Alcalá la Vieja. En un momento dado, la reja del arado topó con algo duro que impedía continuar con la labor agrícola y el labrador comenzó a cavar para liberar el arado, pensando que sería una piedra. Cual fue su sorpresa cuando lo que encontró fue una escultura en alabastro de una Virgen con el niño. Muy contento, decidió trasladarla a su casa y, al levantarse la mañana siguiente, descubrió que la imagen había desaparecido. La familia del campesino se entristeció por la desaparición pero el agricultor, al volver a sus campos, descubrió la imagen en el hueco de un olmo que había en sus tierras. Pensó que alguien conocido le había gastado una broma así que cogió la Virgen y la llevó a la iglesia de San Justo por ser la iglesia principal de la población (según otros autores, habría sido a la desaparecida iglesia de Santo Tomé, por ser la más cercana a la zona).
A la mañana siguiente la escultura había vuelto a desaparecer por lo que un grupo de personas se apresuraron al lugar donde fue hallada las dos veces anteriores, encontrándola de nuevo en aquel paraje. Así, comprendieron que la Virgen quería permanecer en aquel lugar por lo que se ordenó la construcción de una ermita para darle culto en aquellas tierras de labor cercanas al río. Por ello, nuestra patrona es conocida como la Virgen del Val o del Valle y allí se encuentra hoy su ermita.
Otra versión, recogida en los Annales Complutenses, cuenta que había un agricultor que tenía tierras cerca del Henares y, en un descuido, cayó al río. No debía saber nadar y se puso muy nervioso pues no sabía como salir del río. Cuando estaba a punto de ahogarse, como último recurso, se encomendó a María y esta se le apareció entre rayos de luz, ayudándole a llegar a la orilla sano y salvo. Allí agradeció arrodillado a la Virgen su milagrosa salvación con una oración que repetía a diario.
Un buen día, mientras se encontraba arando sus tierras cerca del lugar donde cayó al río, halló un nicho en un árbol que contenía en su interior la imagen de una Virgen con un niño, la misma que le había salvado la vida. Emocionado, entendió que la Virgen quería recibir culto allí, advirtió a las autoridades y se construyó la ermita del Val, permaneciendo la imagen durante las obras en la iglesia de San Justo.
Sea como fuere, estas leyendas marcan el inicio de la devoción hacia la que con el tiempo se convertiría en Patrona de Alcalá, alcaldesa perpetua y Doctora de la Universidad: la Virgen del Val. Es cada domingo del mes de septiembre, el de este fin de semana, en el que en Alcalá se celebran las festividades de su patrona. ¿Qué mejor momento para conocer su Historia?