Elegimos para la quedada anual familiar pasar el día en el tren de Cervantes y tuvimos la suerte de que nos tocase Vanessa de guía. Explicaciones muy amenas y entretenidas, que hicieron que el día pasase volando, además de que la visita a la ciudad no es nada cansada.
De la teatralización, el mejor sin duda Sancho.
Pero remarcar el interés y dedicación de Vanessa en la atención y cuidado que pone en las personas a las que explica, contando no sólo anécdotas de la historia sino datos que nos puedan interesar.
Remarcaría un poco más la opción de hacerlo para grupos, ya que éramos 13 y todos salimos contentos.