Hemos tenido la suerte de ir a Alcalá de Henares y acercarnos al monumento de Miguel de Cervantes para realizar una visita guiada. Nuestro guía, José, se notaba que era un gran entendido y apasionado de la ciudad. Nos ha permitido disfrutar de un día magnífico descubriendo los detalles e historias que se esconden en sus rincones. Sin lugar a dudas, gente así, con su pasión y buen hacer, transmiten la belleza y el encanto de la ciudad en su totalidad. Es una pena que dichas visitas guiadas no se aprovechen más por el público.