El sábado 15 de abril cogimos el Tren de Cervantes como regalo de cumpleaños a mi madre: hacia 90 “añitos” y gustándole como le gusta el arte y la historia, y no conociendo Alcalá, nos pareció que podía pasar un magnifico día.
He buscado esta página para dejar mis felicitaciones y sobre todo mi agradecimiento a David (Garrido Cobo); pareciendo a priori un hombre serio, sin menoscabo a sus compañeros/as (con los que solo coincidimos en dos o tres puntos del recorrido) tuvimos la grandísima suerte de disfrutar del recorrido por Alcalá en su compañía y escuchando de él la historia de esa magnífica ciudad.
Mis felicitaciones, y porque no decirlo, admiración, por como trasmite el gusto y amor por lo que hace, y sobre todo por Alcalá, al ir narrando la historia de calles, barrios, monumentos, edificios,…; por la habilidad con la que mezcla historia, anécdotas y hechos, consiguiendo que te intereses e integres en la andadura de la ciudad; por como hila la historia conectando las diferentes zonas de la visita, haciendo que de una forma sencilla y amena, los visitantes conectemos los diferentes hechos y puntos por los que ya pasamos, que nos regresan casi sin querer y sin darnos cuenta a la historia del siguiente o siguientes; por todo el saber que debe de tener acumulado, y sobre todo conectado (que es lo difícil, ya que la memoria no deja de ser eso, memoria) y que fluye de forma natural ante cualquier pregunta, duda, consulta,… y que, lamentablemente para el visitante, tiene que coartar en ocasiones para poder finalizar el recorrido en el tiempo previsto (muy a su pesar, ya que, o estoy muy equivocada, o ese amor y entusiasmo le llevaría, si pudiera, a ir engarzando historias, anécdotas, … imbuyéndote de la vida alcalaína, e interesándote, de forma amena, sin darte cuenta del tiempo que pueda haber pasado); … podría seguir, pero seguramente rayaría la pesadez.
Mi agradecimiento por la consideración con la que trató a mi madre, y sobre todo, por como equilibró la visita para que ella pudiera seguirla sin perjuicio, sin embargo, para el resto del grupo.
Gracias a Cervantalia por contar con profesionales como él.
Por lo demás, y por lo que pueda ser de utilidad, comentar únicamente, que las pequeñas escenografías que se disfrutan en el tren de ida, quizás pudieran hacerse alguna vez mas en tramos más cercanos: me quedé con la sensación de que una gran parte de viajeros no pudieron disfrutarlas como les hubiera gustado (si bien hay que ser consciente de que el trayecto tiene un tiempo limitado).
En cualquier caso y en definitiva, para el Grupo como tal, mi enhorabuena por la organización y por la coordinación; así como por el acierto de crear los grupos necesarios para que ninguno de ellos incluyera un número elevado de personas; esto dificulta, y normalmente impide, poder escuchar, gestionar el grupo, disfrutar la visita … ¡y no perderse!. No es fácil gestionar un elevado número de visitantes, creando grupos que se coordinan entre ellos no solo para no estorbarse, sino también para coincidir en determinados puntos tales como el Paraninfo o el Corral de Comedias, de forma tan fluida y natural como lo hicieron.
David, repetiremos, y si podemos te secuestraremos, para que nos cuentes todo eso que se te quedó en el tintero y que con tantas ganas nos quedamos de empaparnos.
Un abrazo y muchísimas gracias, tanto mías como de mi familia y, sobre todo, de mi madre … se fue a casa cansada pero encantada y feliz, habiendo descubierto una Alcalá que no podía imaginar que se encontraría, ni siquiera que existiera.
Lola Palacios Bueno